ENTREVISTA:
Sánchez Arévalo.
¡¿Qué momento más feliz?!
¡Sí, y de estrés! Estoy con la serie, la promoción de Primos y la preparación del rodaje de La voz dormida de Benito Zambrano.
Viéndola ahora veo que para hacer de Martina, una chica del norte en Primos, no sólo cambió el acento…
Mi acento andaluz es muy marcado, pero he aprendido a neutralizarlo. Por otra parte, es verdad que soy completamente diferente a Martina. Tengo carácter y gesticulo mucho, pero Martina exigía paz, contención, calma… Me sorprendió verme así en la película y es que Daniel ha estado muy encima de mí.
¿Qué es lo que más le atrajo de este proyecto?
Quería trabajar con Daniel desde el momento en que vi AzulOscuroCasiNegro y todos sus cortos; tiene una forma muy especial de contar las cosas. Aunque mi personaje no sea especialmente divertido también quería verme en una comedia algo ligera, fresca, divertida, amable, romántica…
Hay mucha complicidad en la película, ¿ayudó el hecho de que hayáis rodado juntos toda la película en Comillas?
Desayunábamos, comíamos y cenábamos juntos, así que se creó mucha complicidad. Adrián es un cielo, lo conocía de Hoy no me puedo levantar; Quim es un gran actor y me he reido
mucho con él; y de Raúl… estoy enamorada de su humor.
¿Cómo se gestiona la popularidad y el éxito?
Águila Roja me ha cambiado la vida. Siento que trabajo igual que antes, pero cuando ves que por la calle te empieza a conocer mucha gente… Es extraño, no soy tímida, pero en esos casos me hago muy pequeñita. Debo aprender a gestionarlo.
¿Ha habido alguna anécdota en Primos?
Tuvimos a nuestro ángel de la guarda, René, un cubano que trabajaba en el hotel. Nos ha aguantado lo que no está escrito y los días libres, ¡qué mojitos! Incluso tuvo que soportar que
Adrián y yo nos lleváramos a un perro abandonado al hotel…
“NO ME PLANTARÁN EN UN ALTAR, NO CREO EN EL MATRIMONIO”
¿Qué haría si la plantaran en el altar como al protagonista?
No creo en el matrimonio, así que no creo que me pase nunca.
Será una rompecorazones…
¡Qué va! Soy muy buena.
¿Cómo lleva lo de vivir en Madrid?
¡El asfalto me estresa! Soy de Arquillos (Jaén) y más de campo que las amapolas. Si me quedo, acabaré por irme a la sierra.
Canta, baila… ¿siempre quiso ser actriz?
De pequeña quería ser pintora. Con empeño se puede ser de todo. Ahora cocino, pinto, hago fotografía, coso, canto…
¿En qué piensa cuando se ve en la tele? ¿Ve otras series?
No soy autodestructiva ni me castigo cuando me veo. Me gustan series como Perdidos, A dos metros bajo tierra y otras de gente que empieza. Recomiendo Cúlpanos, de Vanesa Amores, que se puede ver en vimeo.com.
¿Qué es lo más difícil a la hora de abrirse un hueco?
A mí me ha ido bien, pero tengo compañeros a los que no. Aunque espero que en mi caso también sea por talento, hay otros factores: estar en el sitio y momento adecuados, saber
hacer tu trabajo… Un profesor me decía que es importante ser buena gente, buen compañero, porque el boca a boca funciona. Y la suerte, ¿quién te dice que Águila Roja va a ser un éxito y Plan América no? Ésta era una serie fantástica, pero no funcionó y, sin embargo, Águila Roja ha dado el pelotazo. Por último, hay que currárselo y aprender a dormir poco. Con Hoy no me puedo levantar me quedé como una sílfide. En días de doblete, entrabas a las 16:30 y salías a las 3 de la madrugada.
¿Y si le pregunto por el tabaco, la jubilación y la Sinde?
Pues mira: era fumadora social y ya ni fumo; mi padre es un currante y no puede estar hasta los 67 trabajando; y de la ‘Ley Sinde’ no sé mucho -se acababa de llegar al acuerdo entre
partidos- y no quiero meterme en camisa de once varas.