"Me siento contenta e histérica, calmada y muerta de miedo, todo eso por dentro y por momentos". Así confiesa sentirse la actriz que vive un momento muy dulce que comenzó a principios de año con el estreno y el posterior éxito de ''Primos'', que sigue con el estreno cinematográfico de ''Águila Roja'' y que se detiene (por estos días) con el rodaje de "La Voz Dormida" a las órdenes de Benito Zambrano.
"Soy muy normalita, me rodeo de mi gente de siempre, sigo yendo a mi pueblo, hago las mismas cosas de siempre, voy a recoger espárragos cuando es temporada... [risas]. Y no voy a Chanel sino a Zara".
Nacho Cano le dio su primera oportunidad en el musical "Hoy No Me Puedo Levantar" y al momento se hizo un hueco en la televisión protagonizando "Amar en Tiempos Revueltos", en una época, en la que además Inma metía el pie en el cine (Café solo o con ellas" o "El Kaserón"). Y en estas llegó "Águila Roja" superando los cinco millones de espectadores.
"Cuando optas a un trabajo nunca piensas en el resultado porque depende de muchas cosas". Sin embargo, todas esas "cosas" se han ido colocando como piezas en un puzzle inesperado y fructífero.
Del tránsito de "Águila Roja" al cine se enteró a principios del verano pasado cuando rodaba "Primos" bajo las órdenes de Daniel Sánchez Arévalo un director al que admira desde "AzulOscuroCasiNegro" y que le dio la oportunidad de tocar un género por el que la actriz siente devoción "Es que soy muy payasa"; pero se quedó con ganas de más comedia "Con lo que me gusta a mi hacer el ganso me tocó ser la seria. Pensé que iba a ser el pelmazo de la película. Y luego ha resultado todo lo contrario, todo gracias a Daniel que trabajó mucho conmigo porque soy muy nerviosa, puesto que quería que trasmitiese dulzura y paz. Y lo consiguió".
Buenas críticas, revistas, publicidad... La Fama. ¿Peligro de perderse? "Para nada. Lo llevo bastante bien, la verdad. Y eso creo que es que no le doy más importancia de la que tiene. Es un trabajo, tan importante como otros, hay gente que quiere ser famosa, a mi eso nunca me ha interesado. Ni eso, ni la presión de alrededor, como cuando me dicen que tengo que estar delgada. No, yo soy actriz, no modelo y tengo mi culo y mis piernas. Voy al gimnasio a entrenar porque me gusta estar en forma, pero no entro en esa moda de intentar aparentar 18 años y estar siempre buenísima".
A la voluntad de mantener siempre esa perspectiva se le suma la responsabilidad de su nuevo proyecto "La Voz Dormida" dirigida por Benito Zambrano ("Solas", "Habana Blues").
El drama siempre llama a su puerta, a pesar de querer acercarse algún día a un personaje como el de María Barranco en "Mujeres al borde de un ataque de nervios", su referente y debilidad.
Y también entre la exigencia autoimpuesta desde esos días en el que decidió que convertirse en otras personas podrías ser su oficio. ¿La autoexigencia como punto débil? "Tal vez, pero me intento querer y ser positiva. El otro día consolaba a una amiga actriz y le decía que si yo me hubiese deprimido cada vez que me han rechazado en un cásting ya me habría tirado por el puente de Segovia. En mi carrera ha habido mucho síes, es cierto, pero es que los noes, que también ha habido y algunos importantes. Y siempre pensaba 'esto no es para mí, seguro que viene algo mejor'. Y siempre ha ocurrido así"
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